Casi en el medio de la interestatal número 70 cuyo recorrido se extiende desde Baltimore en Maryland hasta el desierto de Black Rock en Utah, dividiendo a EE.UU. en dos mitades horizontales a la altura de Kansas City, se encuentra el Kauffman Stadium. Una moderna instalación sede de los aguerridos Royals de Kansas City, donde el receptor venezolano Salvador Pérez es adorado por los fans, está protagonizando un cambio generacional encabezado por Bobby Witt Jr. y otros. Dos venezolanos se han agregado a la lista de nuevos bates a considerar, al momento de resolver partidos y los cuales -junto a los mencionados- están batallando para echar por tierra las agoreras predicciones de inicio de temporada. Anoche, la magia de un juego de pelota bien llevado por los Medias Rojas y la nobleza local, hizo que todo terminara cual cuento de hadas en el décimo segundo episodio 2 carreras a 1, cuando los patirrojos fueron dejados en el terreno.
Boston ocupa la segunda casilla del este de la liga Americana y apenas juega para .500 (demostrando la debilidad de la división éste año). Kansas City posee el tercer lugar de la división Central en la misma liga y está jugando para .600, ganando además 9 de sus últimos 10 juegos. Nada indicaría que el partido podría ser algo fuera de lo común. Particularmente, por como sucedieron las cosas. La regla del extra-inning donde se facilita un hombre en circulación en posición de anotar a partir del décimo capítulo (automáticamente un corredor es colocado en segunda base sin outs en el momento de cumplirse los nueve episodios), ha demostrado un recorte en la duración de los juegos y terminó la era de los maratónicos desenlaces, de allí lo extraño de ver un episodio número 12. Pero ¿Que ambos equipos jueguen diez entradas completas sin anotar una carrera? Muchísima gente que sabe de béisbol, estará de acuerdo con éste redactor: hoy día eso es algo casi imposible de ver.
Boston is in second place in the American League East and is hitting just .500 (showing the weakness of the division this year). Kansas City owns third place in the Central division in the same league and is playing for .600, winning 9 of their last 10 games. Nothing would indicate that the game could be anything out of the ordinary. Particularly with the way things happened. The extra-inning rule where a man in position to score is provided after the tenth inning (automatically a runner is placed on second base with no outs at the nine-episode mark), has shown a shortening of games and ended the era of marathon outs, hence the oddity of seeing a 12th episode. But both teams playing a full ten innings without scoring a run? A lot of people who know baseball will agree with this writer, that today that is something almost impossible to see.
Lo hermoso del béisbol es que siempre piensas estar ante algo nuevo o presencias situaciones muy difíciles de ver. Y eso es lo que liga a éste deporte con otros pocos que -a pesar de parecer "siempre lo mismo"- difieren en sus definiciones "cumbre" y devuelven resultados inesperados. Entremos en contexto. Durante diez episodios ambos equipos no pudieron con el pitcheo contrario. 22 ponches entre ambos cuerpos de lanzadores, hicieron las delicias de quienes -como yo- disfrutan el arte de engañar a los bateadores. Pero todo tiene que acabar en algún momento y los patirrojos se fueron adelante el el episodio 11, por medio de una rolata al cuadro del dominicano Rafael Devers (protagonista de una discusión interna con su equipo, al negarse jugar primera base) que trajo la carrera de poner a tres outs la finalización del juego a favor de Boston. Pero Vinnie Pasquantino dijo "no señor" y con una línea de hit, cerrando el onceavo capítulo, trajo la carrera del empate a uno por lado.
Los bateadores de Boston se poncharon dos veces en el doceavo y perdieron la oportunidad de irse adelante con hombre en tercera. He aquí que cuando un equipo está caliente, hasta el "bat-boy" saca hits de la chistera, y un improbable "héroe" en la persona del receptor suplente venezolano Freddy Fermín resolvió las cosas. Frente a una "cutter" de 88 MPH, el batazo en línea voló por encima del campocorto trayendo la carrera de celebrar y reventar la fiesta de cohetes en Kauffman Stadium. Un equipo por quien nadie pensaría estaría batallando del modo como lo han hecho los Reales, ha podido ganar a un equipo que en papel, es muy superior hombre a hombre en el terreno, de acuerdo a los pergaminos. Y cuando un equipo juega inspirado por resultados como el de anoche, es muy difícil la postemporada se le aleje, aún cuando apenas estamos comenzando Mayo. Ojalá, Kansas City mantenga el ritmo, los venezolanos allí tendrán una alta cuota de responsabilidad en el logro colectivo.
Boston's batters struck out twice in the twelfth and lost the opportunity to go ahead with a man on third. And lo and behold, when a team is hot, even the bat-boy pulls hits out of the hat, and an unlikely “hero” in the person of Venezuelan backup catcher Freddy Fermin solved things. Facing an 88 MPH cutter, the line drive flew over the shortstop bringing in the celebratory run and setting off the rocket party at Kauffman Stadium. A team that no one would think would be battling the way the Royals have, has been able to beat a team that on paper, is far superior man-to-man on the field according to scorecards. And when a team plays inspired by results like last night's, it is very difficult for the postseason to get away from them, even though we are just starting May. Hopefully, Kansas City will keep up the pace, and the Venezuelans will have a high share of responsibility in the collective achievement.
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