Eating in countryside places is one of the things I enjoy the most. Homemade, traditional food is delicious. I had the chance to enjoy a pleasant experience last year at the tourist stop The Arrojos Tourist Parador, located in the state of Portuguesa, in the town of Agua Blanca. This restaurant is right in front of The Arrojos Park.

The trip took place specifically on July 26, 2024. The restaurant was recommended by the local people; we asked around several times, and they all suggested we eat there. It's a family-run restaurant with a rustic, countryside style. Something I really liked was that it was full of plants. You couldn’t even see the front of the restaurant, but the space was very charming.

The variety of plants beautifully covered the façade, creating a pleasant atmosphere that made it easy to connect with nature. After walking through the abundance of bushes and potted plants, we reached the wooden tables covered with yellow tablecloths. Yellow was also the color of the walls.

It was a Friday, and there were no other customers in the restaurant; we usually travel during the off-season to enjoy places with fewer crowds. The restaurant had that warm, human touch you look for when you want to get away from the urban routine. We were attended to by the owner, a very kind lady.

There was no printed menu, but she told us they offered two types of grilled meat platters, which were perfect for us since we were more than five people. I tend to eat a lot of grilled meat, as it’s a rich and family-style dish.

While my family talked with the lady who was serving us, I decided to walk around and see the interior of the restaurant. A sign with the restaurant's name and an interesting design caught my attention.

There were also all kinds of potted plants made from recycled containers. Those little details were striking because they defined the identity of a rustic, natural space. Everything fit together nicely.

After exploring the restaurant, I sat down again. The lady went to the kitchen while we decided what to order. My uncle suggested ordering both platters since we were a large group.

According to the explanation, the restaurant offered one large grill and one medium-sized. We chose to order both because, as I mentioned, there were many of us, and also because the large grill included all types of meats, while the medium one had only beef and chicken pieces.

Both platters took about twenty minutes to be served; I remember it felt like a long time, and we had to ask the owner about the delay. When the food finally arrived, the first thing they brought to the table was the large grill.

It wasn’t presented with much aesthetic, but it was served neatly. On one side, there was salad with fresh avocado chunks, chicken pieces, red meat, pork, and fried green plantain slices. On top, it had fried shoestring potatoes, sausage, and cheese. In the photo, the large grill might look small, but I had to stand up to take the picture.

Everyone was impressed by the size of the platter and all it had on it. It was a lot of food. One thing I didn’t like was that they didn’t bring the plates beforehand, and I had to ask for them—but that’s something that can happen.

I took many photos of the grill because it looked impressive and tasty. My uncle didn’t like that the chicken and pork were fried instead of grilled. However, each place has its own way of preparing grilled food.

The medium-sized grill was brought to the table along with the plates, and it was quite nice. I liked the dish it was served in, and the way the food was arranged was similar to the large platter. However, this one looked even more appetizing, partly because of the presentation. Presentation is key.

We had our meal with beer, Coca-Cola, and garlic sauce for dipping. It was a lovely moment. I should mention that the plates had a unique design; the patterns were very beautiful.

We all agreed that the medium-sized grill tasted better than the large one. The reason was the meat cuts—some were fresher than others. There was way too much food; everyone had a large and proportional serving. We left satisfied, and the owner even played the music we requested. Everyone at the restaurant was very kind.

The total bill was $35 (or HBD); it was a modest price for the amount of food we ate. When we paid, I was surprised. I told my uncle that food in the countryside is cheaper than in the city. I hope you get the chance to travel and visit this place. The foundation of tourism is supporting local restaurants and businesses.

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Los Arrojos: Disfrutando del Sabor de una Parrilla Rústica

Comer en lugares campestres es una de las cosas que más me gusta. La comida casera y tradicional es deliciosa. Pude disfrutar de una agradable experiencia el año pasado en el Parador turístico Los Arrojos, en el Estado Portuguesa, en el pueblo Agua Blanca. Este restaurante está al frente del Parque Los Arrojos.

El viaje fue específicamente el 26 de julio de 2024. Este restaurante fue una recomendación de la gente que vivía en el pueblo; preguntamos varias veces y nos indicaron que comiéramos allí. Es un restaurante familiar y de estilo campestre. Algo que me gustó mucho es que estaba lleno de plantas. No se veía la fachada del restaurante, pero el espacio era muy agradable.

La variedad de plantas recubría muy bien la fachada y creaba una escena agradable que permitía conectar fácilmente con la naturaleza. Al cruzar la alta cantidad de arbustos y macetas, estaban las mesas de madera cubiertas con manteles de color amarillo. El amarillo era también el color de las paredes.

Era viernes y no había en el restaurante otros clientes; usualmente vamos de viaje en temporada baja para disfrutar mejor los espacios debido a la poca afluencia de gente. El restaurante tenía esa calidez humana que buscas al separarte de la dinámica urbana. Nos atendió la dueña de la casa y restaurante. Era una señora muy amable.

En el restaurante no tenían menú impreso, pero la señora nos indicó que vendían dos tipos de parrillas que eran perfectas para nosotros, ya que éramos más de 5 personas. Suelo comer mucha parrilla, porque es un plato familiar y rico.

Mientras mi familia hablaba con la señora que los atendía, decidí recorrer el restaurante y ver lo que tenía en el interior. Me llamó la atención un aviso con el nombre del restaurante con un diseño interesante.

También había macetas de todo tipo en el restaurante de potes reciclados. Esos detalles pequeños eran llamativos, porque definían la identidad de un espacio rústico y natural. Todo se integraba muy bien.

Luego de recorrer el restaurante, me senté nuevamente. La señora se fue a la cocina mientras decidíamos qué ordenaríamos. Mi tío planteó que ordenáramos dos parrillas, ya que éramos muchas personas.

Según la explicación, en el restaurante hacían una parrilla grande y una mediana. Elegimos ordenar las dos parrillas porque éramos bastantes personas, como he mencionado, pero también porque la parrilla grande tenía todos los tipos de carne y la mediana solo tenía carne y trozos de pollo.

Ambas parrillas tardaron veinte minutos; recuerdo que fue mucho tiempo porque tuvimos que preguntarle a la dueña el porqué de la tardanza de la comida. Una vez pasado ese tiempo, lo primero que colocaron en la mesa fue la parrilla grande.

La parrilla no tenía mucha estética, pero sí fue servida ordenadamente. En una parte, la ensalada con trozos de aguacate fresco, trozos de pollo, de carne roja, cochino por otro y tajadas fritas de bananas verdes. Encima tenía papas al hilo fritas, chorizo y queso. La parrilla grande puede verse en la fotografía algo pequeña, pero para tomar la foto tuve que levantarme.

Todos estaban impresionados por el tamaño de la parrilla y todo lo que tenía. Era demasiada comida. Algo que no me gustó es que no colocaron los platos antes y tuve que pedirlos, pero son cosas que pueden suceder.

Tomé muchas fotografías de la parrilla porque se veía impresionante y sabrosa. A mi tío no le gustó que el pollo y el cochino estuvieran fritos y no asados. Sin embargo, cada local tiene su propia forma de preparar una parrilla.>

La parrilla mediana la colocaron en la mesa junto a los platos y era lo suficientemente agradable. Me gustó el plato en donde la presentaron y la manera en que colocaron cada sección de los alimentos era similar a la parrilla grande. No obstante, esta parrilla se veía más provocativa debido al plato. La presentación es vital.

La comida la acompañamos con cervezas, gaseosa, Coca-Cola y con salsa de ajo para untar. Fue un agradable momento. Debo destacar que los platos tenían un diseño particular; los grabados eran muy lindos.

Todos coincidimos en que la parrilla mediana estaba más sabrosa que la parrilla grande. La razón era por los cortes de carnes; unos eran más frescos que otros. Era demasiada comida; cada quien comió una porción proporcional y grande de comida. Salimos satisfechos; además, la dueña colocó la música que le sugerimos. Todos en el restaurante fueron muy amables.

La cuenta dio en total 35 USD (o HBD); fue un precio modesto para la cantidad de comida que consumimos. Cuando pagamos la cuenta, estaba sorprendido. Le dije a mi tío que la comida en el campo era más económica que en la ciudad. Espero que puedas viajar y conocer este lugar. La base del turismo es apoyar a los restaurantes y comercios locales.

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