¡Hola seres de #holos-lotus!
Llevo varios días tratando de organizar mi tiempo para participar en esta iniciativa excelente que nos trae @iriswrite, pero entre mi variable memoria y los despistes, ahora es que logro finalmente sentarme a escribir sobre ello.
Bueno, les cuento que por poco olvido lo que iba a hacer.
¿Ven? Es que no puedo evitarlo. Me levanté un instante a hacer café, me paré en el balcón a observar las nubes y sus formas, bebí un sorbo, llegó un zunzún y rápidamente fui a buscar la cámara para tirarle fotos y tal vez hacer algún post sobre el valor que le confiere alguna cultura al hecho de que un zunzún se nos aproxime a menos de un metro como si estuviera diciéndonos algo.
Por supuesto, cuando regresé al balcón, el zunzún se había ido. Claro, no iba a esperarme ahí, con sus alas batiendo al viento, como si yo fuera el fotógrafo oficial de la fauna según disposición de Mnemósine (para quien no lo sepa, Mnemósine es la diosa de algo, que ahora mismo no recuerdo, pero es importante).
En fin, se fue el zunzún, las nubes que tenían formas de caballos galopando junto a delfines, se desaparecieron (seguro fueron a dormir el mediodía, porque los caballos y los delfines también duermen), y el café se acabó. Tuve que volver a montar una nueva cafetera.
¡Ah! ¡Ya recuerdo sobre qué tenía que escribir!
¡Ahora sí! Ya con una nueva taza de café recién hecho, me acomodo frente a la computadora y les cuento:
La temática de @iriswrite, apenas la leí, me hizo imaginar que estaba sentado en un cine. Ahora que lo menciono, extraño los tiempos de ver una película en el cine... Disculpen, me volví a despistar. Haré mi mayor esfuerzo para proseguir el hilo del tema. Pongo a reproducir un disco de Wardruna y a escribir sea.
Mencioné al cine. Yo sentado justo en la séptima fila, asiento del medio y comienza la pantalla a reproducir la historia de mi vida.
Aclaro que no les haré la historia mi vida, son demasiados despistes, al punto que confirman sería incapaz de recordarlos todos.
Sé, por fortuna, que no estoy solo en el sentido de ser de aquellos que no recuerdan nombres, rostros, o que cuando alguien le habla de un tema, le responde sobre otro.
Pero sí creo que, al punto en que llegué, para colmos en varias ocasiones, sí me adjudican el derecho y el izquierdo a ganarme el título de cinta negra en despiste. Ya verán por qué lo digo, y me dirán con sus comentarios si les ha sucedido algo similar.
Bueno, les comento que durante mi adolescencia tuve dos pensamientos que eran fijos.
Uno, sobre la idea de tener hijos lo más joven posible para, cuando ellos fueran adolescentes, yo no resultase un padre de esos que olvidan cuando fueron adolescentes y no les comprenden a ellos.
El otro pensamiento era de temor. Temía que, cuando tuviese hijos y fuera con ellos a algún centro comercial, por ejemplo, les dejara abandonados por el simple hecho de ponerme a ver algún producto y olvidar que había ido con ellos. Esa idea siempre se me clavó en el pecho.
No sé si por suerte o por desgracia, en mi ciudad no hay centros comerciales y cuando he viajado a alguna otra donde existen, no han estado presentes los niños. Así que al menos nunca los he abandonado y ya son prácticamente un hombre y una mujer en cada caso.
Ah... pero el punto está ahí, en mis despistes para con mis hijos.
¿Se imaginan que vayan por una calle y justo frente a ustedes, repito, justo delante de ustedes, esté parado alguno de sus hijos y ustedes continúen de largo sin saludarles porque simplemente no los vieron, aún cuando estaban mirando en esa dirección?
Eso me sucedió a mí. Con mis dos hijos, en varias ocasiones.
La primera vez, fue con mi hija cuando era pequeña. Tenía ella un año de edad. Estaba yo sentado en un sitio céntrico de mi ciudad, frente a un gran parque junto a unos amigos conversando. Me quedo de pronto mirando hacia el parque y veo a una niña pequeña caminando graciosamente, como todos los niños pequeños, y de pronto digo: ¡Miren, qué linda, parece un pingüinito caminando! y automáticamente, al decir eso, me percato que el pingüinito era mi hija. Sin palabras...
En otra ocasión, iba yo caminando hacia el centro de mi ciudad y en dirección hacia mí venía caminando una muchacha que se parecía a mi hija. Dije para mis adentros ¡wow, como se parece a Enmy!, y seguí de largo. Cuando llegué a casa, mi madre me recibió con una reprimenda: ¿Roswel, por qué no saludaste a Enmy cuando la viste hoy? A lo que respondí: ¿Yo? ¿Cuándo? ¿Dónde? y me cuenta que Enmy la llamó triste y enfadada a la vez porque yo le había pasado por el lado sin saludarla y ella pensó que yo estaba bromeando y por eso no me había saludado, pero al ver que yo seguí de largo, la llamó y le contó. ¿Les ha sucedido algo así?
Ahora me doy cuenta de algo. ¿No iba a hablarles sobre el café? ¿O era sobre la inmortalidad de los zunzunes? En fin, voy a colar café nuevamente porque me he extendido y ... ¡Ah! ¡Me faltó contarles sobre algún despiste al menos relacionado con mi hijo!
Eso será en otra ocasión porque ya veo que me he extendido en este post, que espero les haya gustado por cierto.
Y, ya que no puedo invitarles a un café, sí les invito a que me comenten si han tenido experiencias similares.
¡Un abrazo a todos!
PD: Por cierto, desde ya, ¡Feliz Día de las Madres!
Da igual se celebre o no en el país donde se encuentren, porque ¡cada día es un Día de las Madres!
¡Muchas gracias por tu visita!
Saludos cordiales @roswelborges
Hello #holos-lotus beings!
I've been trying to organize my time for several days to participate in this excellent initiative brought to us by @iriswrite, but between my erratic memory and my absent-mindedness, I'm finally able to sit down and write about it.
Well, let me tell you, I almost forgot what I was going to do.
See? I just can't help being like this. I got up for a moment to make coffee, stood on the balcony to observe the clouds and their shapes, took a sip, a hummingbird arrived, and I quickly went to get my camera to take pictures and maybe write a post about the value some culture places on the fact that a hummingbird approaches us within a meter as if it were telling us something.
Of course, when I returned to the balcony, the hummingbird had left. Of course, it wasn't going to wait there for me, its wings flapping in the wind, as if I were the official wildlife photographer at the behest of Mnemosyne (for those who don't know, Mnemosyne is the goddess of something, which I can't remember right now, but it's important).
Anyway, the hummingbird was gone, the clouds shaped like horses galloping alongside dolphins disappeared (they must have gone to sleep at midday, because horses and dolphins sleep too), and the coffee was gone. I had to set up a new coffee maker.
Ah! Now I remember what I had to write about!
Now I do! With a fresh cup of coffee, I settle down in front of the computer and tell you:
The topic of @iriswrite, as soon as I read it, made me imagine I was sitting in a movie theater. Now that I mention it, I miss the days of watching a movie in the theater... Sorry, I got distracted again. I'll do my best to continue the thread of the topic. I put on a Wardruna record and start writing.
I mentioned the movie theater. I was sitting right there in the seventh row, the middle seat, and the screen started playing the story of my life.
I clarify that I will not tell you the story of my life; there are too many oversights, to the point that I would be unable to remember them all.
I know, fortunately, that I am not alone in being one of those who cannot remember names, faces, or who, when someone speaks to you about one topic, responds with something else.
But I do believe that, at the point I've reached, and to top it off, on several occasions, I've been given the right and the left to earn the title of black belt in absentmindedness. You'll see why I say this, and let me know in your comments if something similar has happened to you.
Well, I'll tell you that during my adolescence, I had two fixed thoughts.
One was about having children as young as possible so that, when they were teenagers, I wouldn't turn out to be one of those parents who forgets when they were teenagers and doesn't understand them.
The other thought was one of fear. I was afraid that, when I had children and went to a mall with them, for example, I would abandon them simply by looking at a product and forgetting I had gone with them. That thought was always stuck in my chest.
I don't know if it's fortunate or unfortunate, but there are no shopping malls in my city, and when I've traveled to other cities where they exist, the children haven't been present. So at least I've never abandoned them, and now they're practically a boy and a girl in each case.
Ah... but the point is there, in my absent-mindedness with my children.
Can you imagine walking down the street and right in front of you, I repeat, right in front of you, one of your children is standing, and you continue on without saying hello because you simply didn't see them, even though you were looking in that direction?
That's what happened to me. With my two children, on several occasions.
The first time was with my daughter when she was little. She was one year old. I was sitting in a central spot in my city, facing a large park with some friends, talking. I suddenly looked toward the park and saw a little girl walking gracefully, like all little children do, and suddenly I said: Look, how cute, she looks like a little penguin walking! And automatically, as I said that, I realized that the little penguin was my daughter. Speechless...
Another time, I was walking downtown and a girl who looked just like my daughter was walking towards me. I said to myself Wow, she looks just like Enmy! and walked on. When I got home, my mom told me off: Roswel, why didn’t you say hi to Enmy when you saw her today? To which I replied: Me? When? Where? and she tells me that Enmy called her, sad and angry at the same time because I had walked past her without saying hi. She thought I was joking and that’s why she didn’t say hi, but when she saw that I walked on by, she called her and told her. Has something like this happened to you?
Now I realize something. Wasn't I going to tell you about coffee? Or was it about the immortality of hummingbirds? Anyway, I'm going to brew some more coffee because I've been rambling on and... Oh! I forgot to tell you about some lapse, at least related to my son!
That'll be another time, because I see I've gone on and on in this post, which I hope you enjoyed.
And since I can't buy you a coffee, I do invite you to tell me if you've had similar experiences.
Hugs to everyone!
P.S. By the way, Happy Mother's Day!
Whether it's celebrated in your country or not, every day is Mother's Day!
Thank you very much for your visit!
Best regards @roswelborges
